martes, 1 de julio de 2008

EXCUSAS PARA NO EMPEZAR UN TRABAJO

La siguiente nota salió publicada en Revista Pan y Circo, Año 6, nº 51, p. 20. y me la acercó el Profesor Mariano Gaudio.

Me gustaría ver sus opiniones al respecto.

“El vago argentino tiene grandes excusas para no trabajar. Hasta hace poco, tras la crisis económica y el desempleo hacían que en Argentina conseguir trabajo sea una bendición, por lo que debía cuidarse en todos sus detalles (el currículum, la entrevista inicial, la vestimenta y el cumplimiento del horario estipulado por la empresa contratante). De aquellos días, seguramente muchos recuerden las largas colas de gente con diarios en la mano esperando una oportunidad, rezando por un llamado, festejando el haber tenido éxito en cada una de las etapas de selección o llorando los fracasos. Recuperado parcialmente el empleo, la experiencia de las consultoras se vio modificada.
Hoy no existe tanta demanda como en esos tiempos que parecen lejanos y hay postulantes que se dan el lujo de rechazar cuanta oferta se le haga, impartiendo las más imaginativas excusas o demostrando alta resistencia psicológica al esfuerzo laboral. Veamos algunas excusas: “No te llamé porque ya sé lo que me vas a decir […], la verdad es que me iba a presentar. Fui al lugar, hay un mostrador, una persona de seguridad, no te miento, fui. Pero no tenía dónde dejar el auto, di dos vueltas, y lo dejé en la calle. Iba a entrar a la empresa, pero… Mirá, no voy a empezar el trabajo porque la empresa no tiene estacionamiento”. Una consultora aseguró que reciben todo tipo de excusas y algunas realmente insólitas. Desde “nunca me avisaron que hoy tenía que empezar” hasta les cortan el teléfono porque conocen el ID de la empresa. También algunos dicen “no me gustó la cara del dueño”. La licenciada Viviana Rossi recuerda que un desempleado le dijo: “No puedo empezar a trabajar porque me tengo que ir de vacaciones” y otro que le aseguró “no encontré la calle”. A la vez recordó otra de las excusas más insólitas que le tocó escuchar: “una mujer me dijo que no iba a trabajar porque le quitaba tiempo para cocinar”. Adriana Di Medio, a cargo de selección de Marcelo Alvarez y Asociados SRL, confesó que no puede olvidar una de las excusas que le han interpuesto para abandonar un trabajo recién iniciado: “una promotora en un supermercado comenzó un trabajo y al día siguiente faltó. Me llamó el supervisor y me dijo que me comunicara con ella porque había fallecido la madre. La llamo a la casa y me atiende una mujer. Le pregunto por la chica y ahí se me ocurrió preguntarle de paso con quién tenía el gusto de hablar. Me dijo: soy la mamá. Esta chica vino después, para dar la baja, y no me pidió disculpas. Yo le di mis condolencias”, dijo. La licenciada afirmó que tiene que ver con la educación, que fue empeorando con los años.
El vago argentino no quiere trabajar y no hay excusa que sirva para cambiar la situación. Si no quiere hacerlo es porque está cómodo donde está y seguramente no lo necesita como lo dice”.

8 comentarios:

adam dijo...

que beun tema que pusiste para debatir. yo siemrpe digo que si estas como estamos es por que queremos ya que nuestro pais siemrpe tuvo y tiene los recursos naturales y los climas y la extension que cualquier pais quisiera tener el tema es que mucha gente se queja de la desocupacion o lo mal que la apsan en la calle epro a la hroa de ofrecerles un trabajo serio prefieren presindir de esa responsabilidad y seguir siendo un vago que es mucho ams comodo

lucila dijo...

Me parece un muy interesante tema. Y la verdad es que estoy de acuerdo. Probablemente no con todo el articulo, pero si estoy de acuerdo en que la raíz del problema de que el argentino no quiera trabajar es por causa de la educacion. La educacion es la base de todo, es lo que puede llegar a cambiar el futuro y hasta el desarrollo de un pais. Si no fijemosnos en el caso de Japon, quien luego de haber sido devastado por las bombas de Nagasaki e Hirollima (segunda guerra mundial), toda su produccion agricola e industrial quedo destruida. Hoy es una de las grandes potencias mundiales, y se debe a que, en su momento optaron por sacar adelante al pais por medio de la educacion (concentrada en escuelas tecnicas para el avance tecnologico).
Si la Argentina hibiese tenido el mismo nivel, o al menos uno bueno, de educacion, hoy seguramente no seriamos lo que somos. Y no habria tantos vagos sin trabajo y, mas deprimente aun, sin trabajo porque lo desean. Solo espero que las huelgas y cortes de rutas que vivimos hoy en dia sean realmente porque la gente necesita trabajo y no porque lo encuentra y no lo acepta.
No me refiero solo a la educacion en las escueles, sino tambien en la educacion proveniente de las familias, del nucleo del individuo, para que pueda desarrollar valores no solo eticos sino tambien morales (responsabilidad, dignidad, compromiso, esfuerzo, etc.)

Anónimo dijo...

Yo creo que si uno se postula para un trabajo es por que lo necesita o lo quiere. Me parece que hay que aprovechar las oportunidades que se nos aparecen. Hay muchisima gente que se muere por conseguir un trabajo y que no puede por X motivo y hay tantas otras personas que lo desperdician de un momento a otro.

Pablo dijo...

Esta gente que rechaza semejantes oportunidades sin razón alguna, probablemente sea la misma que después se queja de la suba de precios y del desempleo.
Concuerdo con Diego en que la raíz del problema se encuentra en la educación. No sé si esta empeoró, pero sé que puede ser mejor.

Diego Singer dijo...

Pablo, el artículo no refleja mi opinión. Creo que más bien muestra cómo se piensa la precariedad del empleo desde el sentido común y sin tener en cuenta los cambios estructurales que hubo en las relaciones de empleo desde las últimas grandes crisis y la flexibilización laboral.

Por otra parte, sería interesante pensar cómo se relaciona este artículo con la idea de Marx de que el trabajador asalariado solamente tiene su fuerza de trabajo para ofrecer en el mercado y analizar cuál es la crítica del artículo a los trabajadores que no quieren vender su mercancía al primer postor.

Catalina dijo...

Fijence en los obreros y en las mucamas, la mayoria de estos trabajadores son extranjeros. el argentino, en su mayoria, no acepta estos trabajos por x motivo..
creo que el argentino en su mayoria no busca superarse sino safar, no busca destacarse, sino sobrevivir.
es por esto que con lo minimo indispensable se arreglan, y no es que sean felices.. sino que la mayoria busca vivir y no existir.

Catalina dijo...

digo existir y no vivir..
me confundi

Juan Bautista dijo...

El que hace ese tipo de cosas es porque realmente no lo necesita. Además de ser un vago como dice el artículo, (y ahí coindico con cata cuando dice que en otros países existe otra cultura en cuanto al trabajo, donde se matan y se levantan a las 5 o 4 de la mañana si es necesario) es porque no la esta pasando tan mal como dice. Les aseguro que si alguien no puede darle de comer a sus hijos encuentra cualquier calle, estaciona el auto a 100 cuadras, llama para averiguar cuando empieza, se toma un bondi, etc, etc, etc.
No lo digo por experiencia ni mucho menos, pero cuántas veces hablamos del tema de los cartoneros en el 2001 que muchas veces era gente de clase media. Me acuerdo la vez que Diego habló de una experiencia que había tenido el padre creo, o cuantas veces hemos visto un documental sobre estos temas.
Yo creo que el argentino no se empieza realmente a movilizar o no empieza realmente a resignar cosas, ya sean puestos, u horas de cocina, hasta que realmente la pasa mal. ¿Cuántas veces nos dejamos estar cuando nos pasa algo? Es eso, es dejarse estar (generalmente por fiaca, de vago) hasta que realmente lo necesitamos. Y esto no pasa solo en los trabajos, a mi por ejemplo me pasa con los médicos, no voy a menos que me esté muriendo porque pienso que todo va a pasar, pensamos que nosotros podemos con todo y que van a haber mejores trabajos, con estacionamientos, y que paguen más, y que me dejen mejor parado socialmente, y muchas veces no es así. Si realmente estamos mal, arrancamos de abajo y relegamos un montón de cosas.
Ojo, estaría bueno que no haya que esperar hasta estar mal para empezar a ponerse las pilas y tomar más responsabilidades pero, lamentablemente, muchos somos así.